Los
emprendedores tienen que evolucionar
junto con su entorno empresarial para lograr el éxito deseado, debido a que crear y mantener una empresa dependerá tanto del coeficiente
intelectual y los conocimientos profesionales, como también de la inteligencia emocional.
Este
último concepto es relativamente nuevo. Fue acuñado hace poco más de 10 años
por el psicólogo norteamericano Daniel Goleman, y consiste en darle importancia
a reconocer los propios sentimientos y los de los demás. Esta habilidad sirve
para tener un mejor manejo de las emociones y relaciones, lo que permite mayor
productividad.
Existen
algunas características que son imprescindibles para la inteligencia emocional
de los emprendedores. Toma nota de
cuáles son y cultívalas para convertirte en un empresario exitoso y en un líder
que motive a su equipo:
Confianza
Los
emprendedores deben generar en sí
mismos la sensación de controlar el negocio y su desarrollo. Al mismo tiempo,
deben originar el sentimiento de dominio ante el éxito de los productos o
servicios que se ofrecen en el mercado y transmitirlo al equipo de trabajo y a
los clientes en todo momento. Con esto nacerá la confianza de que todo
resultará de acuerdo a lo planeado.
Un
emprendedor debe evolucionar junto
con su negocio y para ello, debe aprender a delegar y a confiar en su equipo.
Curiosidad
Este
concepto es innato en los emprendedores,
pero muchas veces carece en el equipo. Es fundamental que nazca tanto ti como
en ellos y sólo dependerá del líder emprendedor.
Es él quien debe formar el sentimiento de curiosidad y de aprendizaje
constantes, lo que provoca felicidad y satisfacción de poder ayudar.
El
empresario debe ser curioso para innovar y reinventar su negocio, más aún en
tiempos difíciles.
Intención
Está
claro que todos los emprendedores
tienen las mejores intenciones para sacar adelante su negocio. Sin embargo, lo
ideal es que sea notorio para todos los que los conforman y comenzar a actuar
en consecuencia; esto provocará el sentimiento de ser competente, astuto y eficaz.
Para lograrlo, debes tener bien definido cuál es el objetivo a seguir y las
metas que persigue tu negocio, tanto económicas como personales, sociales y
ambientales.
Autocontrol
El
peor enemigo de los emprendedores es
el desorden y la confusión. Es importante que siempre predomine el autocontrol,
tanto de sí mismo como de su entorno y las labores empresariales, donde exista
claridad del cumplimento de los procesos y legalidades.
Evita
que emociones como el enojo y la ira se apoderen de ti, en especial en el
momento de tratar con empleados y clientes.
Relación
Una
relación ideal entre emprendedor e
inversionista o cliente está basada en la comprensión y en ser empático para
llegar a pensar como ellos (comprender qué pediría, qué necesita, qué desea que
le ofreciera). Esto ayudará a formar vínculos más personales y de largo plazo,
pero siempre con el respeto que se merece el negocio.
Comunicación
La
transmisión de ideas o sentimientos al equipo de trabajo, como también a los
clientes es fundamental. Una buena comunicación genera confianza y las
relaciones son más estrechas generando fidelidad de parte de los clientes o
inversionistas. Es ideal que las personas conozcan a quien está detrás de la
empresa y qué es lo que piensa y siente.
Cooperación
La
ayuda y cooperación mutua entre emprendedor,
cliente y empleados es la clave para sacar beneficios. Por lo que hay que tener
en claro que mientras se buscan las ganancias, el otro lado persigue un
beneficio, y para ambos es conveniente obtener resultados positivos del
negocio. Esta cualidad es básica en el momento de construir alianzas, buscar
socios y contratar colaboradores
Fuente:Soyentrepreneur
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